SE PUEDE

Aprender muy lejos de casa que es posible, que se puede. Aprender de ti, niño antagónico, que las cosas son más simples y que en eso mismo reside su belleza. Insistir en que se puede, que todo lleva un poco de “¡da igual!” y otro de “¿qué importa?”. Que la Distancia, la Noche y el Tiempo siempre juegan a nuestro favor cuando consiste en atreverse. Que la vergüenza hay que dejarla en casa y no conversar con ella a la vuelta para que se harte de no pintar nada y se marche lejos, al lugar donde había estado antes de que todo cambiara sin saber cómo ni por qué. Y que se puede, ¡joder! y ya está.

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